El mercado de Pedrollo se desarrolló en pocos años: después de Dubái la empresa se dio a conocer en todo el Medio Oriente, a continuación siguieron América Latina, África... Y luego Bangladesh, donde Silvano Pedrollo conocería quien le solicitaría diseñar una bomba de bajo costo y poco consumo para vender miles.
Entonces construyó una bomba con un precio aproximado de dos pizzas y se mandaron suficientes para la provincia: los campesinos ya no tuvieron que depender de las lluvias, y ese año la cosecha de arroz fue abundante como nunca se había visto hasta ese momento. El valor del agua ahora era real, concreto, y desde entonces las instalaciones hídricas están consideradas como un bien primario.